Quizá las dificultades de tu hijo estén en la comprensión de estructuras gramaticales –narrativas o descriptivas-, ya sea en asignaturas de lengua o de matemáticas.

En un primer momento es preciso valorar para descartar la existencia de otras dificultades y conocer exactamente qué le está ocurriendo a tu hijo. Así, sería necesario realizar una evaluación para conocer si tiene dificultades en procesos atencionales, de memoria, habilidades visoconstructivas, visoespaciales o visoperceptivas o razonamiento abstracto, entre otras. A partir de ahí, se empezaría a trabajar la comprensión con lecturas sencillas en las que, por ejemplo, la respuesta se pueda encontrar literalmente en el propio texto para, progresivamente, ir incrementando la dificultad de éstas.

Para alcanzar una comprensión global de un texto o de un enunciado matemático, es fundamental dividir el texto en pequeños fragmentos (v.g., párrafos), que el niño repita y que explique qué acaba de leer y sea capaz de dar respuesta a preguntas sencillas y básicas que luego se irán complicando una vez haya asentado conocimientos previos más fundamentales. Asimismo, también resulta importante contextualizar previamente el texto o enunciado a leer y comprender. Es decir, sobre qué hemos hablado en clase, qué operaciones matemáticas nos ha explicado el profesor, etc. permitirá saber en cierta medida sobre qué aspectos se van a trabajar.